MIS AMIGOS ME DIJERON ANDRÉS, NO TE ENAMORES POR PRIMERA VEZ...

Y no les hice caso
...


No me gusta madrugar. Pero el sábado madrugué…y mucho. Pero mereció la pena.
Subí a la sierra de las Alpujarras…y solo (bueno acompañado por dos pastores alemanes) estuve paseando, pensando y observando el cielo.
Encontré una gran piedra en la que me senté un rato, mientras el Sol me cegaba, una suave brisa me impedía pasar calor (aunque suene a retórica barata, es lo que sucedió)y me sentí bien.
En ese momento un pensamiento vino a mi mente: “esto tiene que ser la felicidad”.

La vuelta a la rutina (y a la realidad) también me ha venido bien. Me he dado cuenta de que la felicidad se puede encontrar en muchas cosas, y que no es bueno idealizar nada (ni a nadie). Alguien que me escucha por interés, me ha dicho que busque respuestas a las preguntas que me hago en cada momento…aunque a veces me pregunto cosas que no tienen respuesta posible, creo que es un buen ejercicio, y yo por lo menos lo intento.

Además hoy he hecho una cosa que no debía haber hecho: he mirado un año atrás…y he intentado recordar lo que estaba haciendo tal día como hoy, pero hace un año…aunque no hay que olvidar el pasado, en ocasiones es bueno no recordarlo todo (creo que se llama memoria selectiva).

Al menos he aprendido algo.



PD-Mañana será otro día.